martes, 26 de mayo de 2015

El verano como problema añadido

Hace calor, cada día aumenta más la temperatura, empezamos a dejar los abrigos en casa... es decir, empieza el verano. Tiempo de desconexión y vacaciones para muchos, donde lo único que importa es relajarse en una bonita playa mientras el sol calienta el cuerpo. ¿Pero qué ocurre con todas aquellas mujeres y aquellos hombres tan preocupados por su físico? ¿Acaso disfrutan de la misma forma de esta época del año? La respuesta es NO. Les importa de tal manera su físico que no consiguen tomarse un respiro para descansar.

Cualquier pequeño defecto del cuerpo, unas manchas, unas estrías o una masa corporal que les parece demasiado grande como para presumir, puede hacer que mujeres y hombres de cualquier edad les cueste más ponerse en bikini o bañador. Seguramente lo que ellos sienten como algo exageradamente grande que no pueden mostrar, a otros les puede parecer insignificante, pero el peso emocional que tiene en esas personas es tan fuerte que la llegada del verano les acarrea una fuerte tensión.

Debido a la evolución del bañador en el último siglo, cada vez se enseña más el cuerpo en la playa. Nuestras abuelas (las atrevidas, ya que de aquella fue una revolución) llevaban bañadores de pierna, puede que incluso más bajos que los shorts que podemos encontrar en las tiendas de moda. Nuestras madres ya empezaron con los dos piezas, los bikinis, y nosotras vemos año tras año que los bikinis se hacen más pequeños y que cada vez más chicas utilizan tanga. Bueno, tengo que aclarar que con excepciones, claro. Este año podemos encontrar braguitas que llegan casi al ombligo! Los hombres no penséis que con vosotros no va la cosa. La evolución en adolescentes ha sido rapidísima. Cuando yo tenía 14 años, más o menos, mis compañeros de colegio llevaban bañadores por debajo de la rodilla, en cambio ahora... bueno, ahora los llevan casi como nuestros shorts.




Con esto quiero explicar que nuestro cuerpo se expone casi totalmente, en verano y que por eso las personas que valoran mucho su forma física se intentan cuidar los meses antes (la llamada "operación bikini") para poder estar a gusto en esta época. Los problemas vienen cuando no se alcanza el objetivo o cuando por más que se ha alcanzado las personas siguen sin verse como quieren.

A todos vosotros, que le dais mucha importancia al físico deciros que no yendo a la playa o no quitándoos la ropa una vez en ella vais a llamar más la atención que si lo hacéis. Además, una vez que lo hagáis, que descubráis eso que tanto teméis, comprobaréis que no pasa nada y después de repetirlo varias semanas, empezará a dejaros de importar. Entiendo que a nadie nos gusta mostrar nuestras debilidades ni defectos, pero no lo veáis como eso, si no como algo que pertenece a vosotros como vuestro color de pelo o como la talla del pie.

¡Destapémonos mientras podamos, mientras haga calor!

miércoles, 20 de mayo de 2015

La sociedad (im)perfecta

No sé vosotros, pero yo, al menos, he conocido lo que es el perfeccionismo desde que era pequeña. No sólo en mí, si no también en la mayoría de mis compañeros de colegio y en mis primos. Siempre bombardeándonos sobre lo importante de sacar las mejores notas, tener los mejores amigos o ser los mejores en algún deporte. Un 5 no solía ser suficiente, porque siempre había notas mayores y tú tenías que conseguir esa mejor nota. Eso sí, como tu 6 fuera la mejor nota de ese examen el comentario de "los demás me dan igual, lo que me importas eres tú" no faltaba. Menos de un 9 podía ser incluso, en muchos casos, inaceptable. 

No es de extrañar que viviendo en un mundo en donde ser el mejor es lo que más importa desde que tienes uso de razón, la mayoría de nosotros tengamos problemas de autoestima y/o miedo al fracaso. ¿Por qué menciono esto, remontándome a nuestros años más jóvenes? Pues por diversas causas realmente. 

Por un lado, esa insatisfacción con querer ser perfecto y no conseguirlo (creedme, nadie lo es) puede estar detrás de numerosos problemas como son la depresión o la ansiedad. La sociedad nos inculca que tenemos que sacar muy buenas notas en la escuela, si no a saber que futuro tenemos. Sin embargo, ¿qué pasa cuando se llega a una carrera universitaria, o aún más a los exámenes de unas oposiciones que llevas muchos meses preparando? Lo más probable es que haya suspensos o notas más bajas de lo esperado, no conseguir la plaza deseada, etc. Estos resultados sientan como una bofetada en la cara de cualquier persona y, algunas veces, consiguen que se empiece a creer que no vale para eso, que no encuentra su lugar o que para qué tanto estudio si no le va a servir de nada. Además, es habitual que personas brillantes en los estudios durante muchos años tengan un bajón más brusco cuando las cosas no les salen como planean, lo que genera más tristeza y estrés, que en personas que por X o por Y puedan estar más acostumbradas. 

Por otro lado, puede que la globalización haya influido enormemente en esta mentalidad. En parte, nos enseña a ser todos iguales, bien sea en Japón, en Estados Unidos o en España. Por lo tanto, es fácil entender que cualquiera que se salga de lo común y correctamente establecido, no se encuentre a gusto en este mundo. ¿A qué me refiero con lo común y correctamente establecido? Principalmente a tener éxito en la vida. Como ya comenté en la entrada anterior, nos dan a entender que las personas que triunfan en la vida son las de mejores éxitos académicos y las que tienen mejores cuerpos.

Como veis, todo tiene mucha relación con el inicio y mantenimiento de los trastornos de la conducta alimentaria. Debido a eso, hago mucho hincapié en la sociedad y en la educación, ya que cambiando estos aspectos se puede cambiar el problema de alimentación de una persona. No todo en la vida es ser perfecto, ni intentar agradar a los demás. Lo realmente importante es buscar el apoyo social necesario y los logros personales suficientes para estar felices con nosotros mismos. 

Para terminar me gustaría pediros que al terminar de leer hicieráis una breve reflexión en relación con lo explicado. Pensar en cuántas veces el perfeccionismo externo e interno ha estado en vuestra vida y de qué forma podríais haberlo evitado de forma tan estricta. 

Os dejo una tira de cómic sobre el perfeccionismo. Espero que os guste!!!



Cualquier duda o comentario abajo, gracias!!!! 😊

sábado, 9 de mayo de 2015

Posibles causas

El otro día me comentaron que no entendían como alguien llegaba a la situación de dejar de comer y/o de vomitar, con el único objetivo de perder peso. Cómo alguien que, aparentemente, lo tiene todo, se deja perder de tal forma que puede llegar a perder la relación con su familia, con sus amigos e incluso su trabajo. 

El problema de la anorexia y de la bulimia, al igual que pasa con la depresión y con la ansiedad, por decir otras dos, es que no se ven. No se parecen al cáncer, a una pierna rota o a una faringitis por dos cosas, fundamentalmente. La primera de ellas es que la anorexia y la bulimia no se ven, no tienen una causa orgánica que explique porqué aparecen. La segunda es que, socialmente, no estamos acostumbrados, no entendemos cómo funciona la mente para conseguir que llevemos a cabo conductas que no son, para nada, buenas para nosotros.

Con esto quiero decir que no es algo que ellos escojan, si no que muchos factores influyen en estos comportamientos. Estos factores van desde los genéticos e individuales hasta los familiares y sociales. Además, comportamientos como la práctica repetida de dietas restrictivas, la insatisfacción con el cuerpo y las situaciones estresantes también favorecen la aparición de esta problemática. Está claro que la genética y la personalidad de cada uno son prácticamente estables. Sin embargo, sí que podemos incidir en la sociedad, en la familia y, por lo tanto, también en la cantidad de dietas restrictivas y la insatisfacción con el cuerpo. 




Sociedad. Desde los medios de comunicación o el cine nos venden día a día el prototipo de persona que triunfa en la vida: alguien delgado, con buenas vestimentas y que consigue todo lo que se propone. Esto genera en la población un sentimiento de insatisfacción corporal que puede desencadenar en estos problemas, en numerosas ocasiones. 

Familia. Debido a que tenemos interiorizada la delgadez como sinónimo de belleza desde que somos pequeños escuchamos que nuestras madres, tías o abuelas, hacen dietas para perder esos kilos "de más", por lo que entendemos que las dietas son normales, al igual que aprendemos que estar delgado es lo ideal,

Para qué cuento todo esto os preguntaréis... pues os lo cuento porque sabiéndolo es más fácil actuar. Más fácil criticar algunas noticias que no son para nada beneficiosas y más fácil que nos demos cuenta de que no todo lo que importa en el mundo es la imagen del cuerpo. 

Por último, quiero mandar un mensaje a todas las personas que estén pasando por esto. Apoyaros en vuestros amigos, pareja o familiares. Buscad alguna actividad de ocio que os permita desconectar de los problemas y con la que os sintáis plenos. Intentad distraeros en algún momento del día y, sobre todo, permitiros momentos de paz para vosotros.


domingo, 3 de mayo de 2015

Madres, padres y demás familia

Como hoy es el Día de la Madre, me gustaría dedicar esta entrada a todas las madres y todos los padres que están luchando por la salud de sus hijos. Tanto las enfermedades físicas como los problemas mentales implican un gasto energético para las personas que las rodean y, muchas veces, los padres de esos niños no tienen cómo ni dónde desconectar para recuperarse.

 En el caso de los trastornos de la alimentación, los familiares de las personas que los sufren tienen que luchar, ya no sólo para que sus hijos coman, si no también para que se puedan sentir a gusto con su cuerpo, que es una de las cosas más complicadas. Además, el comportamiento y la forma de contestar no es la más apropiada muchas veces. Podéis pensar que forma parte de la etapa vital que es la adolescencia pero no es así. Las personas que tienen esta problemática están más irascibles la mayor parte del tiempo, por lo que cuando se les contradice no tienen muy buena reacción.

Así que, si sois los padres de una persona que cumpla estas características os recomiendo ser muy pacientes y quererlos por encima de todas las cosas. No necesitan que les recalquéis lo delgados que están, o que las conductas que llevan a cabo les hacen daño, ya que, por un lado, se les está reforzando negativamente y, por otro lado, os van a considerar "enemigos" y esto no favorece para nada al proceso de curación.

Es muy importante también que, en cuanto detectéis conductas que puedan tener relación con estos trastornos, busquéis ayuda lo antes posibles. Médicos, nutricionistas y psicólogos son los encargados de tratar estos problemas. Cuanto antes se empiecen a tratar, el periodo de tratamiento podrá ser más rápido y más efectivo.

Para terminar, quiero dar ánimos a todos los que están pasando por situaciones como esta de una forma u otra. Podéis buscar actividades de ocio aunque sólo sean por una una hora a la semana, pero seguramente esa hora la aprovechéis para disfrutar. También podéis buscar grupos de apoyo y hablar con gente que está pasando por lo mismo. Otra idea es que compartáis con ellos alguna actividad que les guste y con la que podáis disfrutar todos. Pero sobre todo, lo más importante es que intentéis ser pacientes, ya que es un trastorno largo y complicado para convivir.