sábado, 9 de mayo de 2015

Posibles causas

El otro día me comentaron que no entendían como alguien llegaba a la situación de dejar de comer y/o de vomitar, con el único objetivo de perder peso. Cómo alguien que, aparentemente, lo tiene todo, se deja perder de tal forma que puede llegar a perder la relación con su familia, con sus amigos e incluso su trabajo. 

El problema de la anorexia y de la bulimia, al igual que pasa con la depresión y con la ansiedad, por decir otras dos, es que no se ven. No se parecen al cáncer, a una pierna rota o a una faringitis por dos cosas, fundamentalmente. La primera de ellas es que la anorexia y la bulimia no se ven, no tienen una causa orgánica que explique porqué aparecen. La segunda es que, socialmente, no estamos acostumbrados, no entendemos cómo funciona la mente para conseguir que llevemos a cabo conductas que no son, para nada, buenas para nosotros.

Con esto quiero decir que no es algo que ellos escojan, si no que muchos factores influyen en estos comportamientos. Estos factores van desde los genéticos e individuales hasta los familiares y sociales. Además, comportamientos como la práctica repetida de dietas restrictivas, la insatisfacción con el cuerpo y las situaciones estresantes también favorecen la aparición de esta problemática. Está claro que la genética y la personalidad de cada uno son prácticamente estables. Sin embargo, sí que podemos incidir en la sociedad, en la familia y, por lo tanto, también en la cantidad de dietas restrictivas y la insatisfacción con el cuerpo. 




Sociedad. Desde los medios de comunicación o el cine nos venden día a día el prototipo de persona que triunfa en la vida: alguien delgado, con buenas vestimentas y que consigue todo lo que se propone. Esto genera en la población un sentimiento de insatisfacción corporal que puede desencadenar en estos problemas, en numerosas ocasiones. 

Familia. Debido a que tenemos interiorizada la delgadez como sinónimo de belleza desde que somos pequeños escuchamos que nuestras madres, tías o abuelas, hacen dietas para perder esos kilos "de más", por lo que entendemos que las dietas son normales, al igual que aprendemos que estar delgado es lo ideal,

Para qué cuento todo esto os preguntaréis... pues os lo cuento porque sabiéndolo es más fácil actuar. Más fácil criticar algunas noticias que no son para nada beneficiosas y más fácil que nos demos cuenta de que no todo lo que importa en el mundo es la imagen del cuerpo. 

Por último, quiero mandar un mensaje a todas las personas que estén pasando por esto. Apoyaros en vuestros amigos, pareja o familiares. Buscad alguna actividad de ocio que os permita desconectar de los problemas y con la que os sintáis plenos. Intentad distraeros en algún momento del día y, sobre todo, permitiros momentos de paz para vosotros.


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